El SAT y la inteligencia artificial aplicada en la fiscalización

Al considerar la velocidad de la evolución tecnológica, la explotación de los datos, y gracias al acceso público y fácil disponibilidad de la inteligencia artificial (IA), se ha desatado una revolución de desarrollos en diferentes áreas de aplicación, lo que ha generado que las empresas y gobiernos la utilicen para comprender, resumir, generar e incluso predecir nuevos modelos operativos. En este artículo nos enfocaremos al tema de recaudación de contribuciones por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT). El SAT detectó un área de oportunidad a través de los datos que obtiene de los contribuyentes, por lo que ha desarrollado la capacidad de implementar herramientas tecnológicas que efectúan análisis automatizados para llevar a cabo la recaudación de contribuciones de forma eficiente mediante la disminución de tiempos y costos para ser, por lo tanto, más oportuna. Lo descrito suena futurista y avanzado; el reto que ha logrado superar el SAT, en comparación con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y los gobiernos locales, se halla en la capacidad de integrar y analizar la información recabada por parte de los contribuyentes en sus bases de datos y que ésta sea procesada a través de la inteligencia artificial. Pero, regresando al origen, ¿cómo inició el proceso de mejora continua por parte de la entidad recaudadora en México? Aproximadamente hace 30 años, la principal debilidad de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) era la recaudación de las diferentes contribuciones; por tal motivo, en 1997, crea el Servicio de Administración Tributaria, cuya finalidad era establecer nuevas metodologías para fiscalizar a los contribuyentes e incrementar la recaudación de contribuciones. Desde esos años empezó a aplicar la inteligencia con la finalidad de planear cómo obtener, recolectar, procesar y analizar los datos proporcionados por cada contribuyente

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