Editorial 585

Dejemos atrás a los fantasmas de las navidades pasadas: la ignorancia y la costumbre. Ya vigentes las reformas a la Ley Aduanera y las de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, directamente involucradas con nuestro sector de comercio exterior, pongámonos las pilas y quitémonos de encima las losas del Pípila que tradicionalmente aquejan a muchos de los empresarios mexicanos, quienes además no procuran la actualización de conocimientos no solamente de los íntimamente relacionados a su giro, sino a otros colindantes con este ¿y por qué no?, incluso a actividades pioneras que en un futuro no muy lejano serán de uso tan cotidiano, como la obtención de energía eólica y solar. La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) ayuda a las pequeñas y medianas empresas, que tan solo en los países latinoamericanos representan casi el 90% de dichos negocios, a perder el temor a hacer presencia en mercados extranjeros, a pesar de generar más del 50% del empleo y cerca del 40% del producto manufacturado y de servicio en dichos países. A través de la ONUDI las pyme pueden combinar conocimientos, recursos y contactos y con ello crear las posibilidades de ingreso a los complejos mercados internacionales.

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