Avances en materia de plataformas digitales e inteligencia artificial

Con la llegada del Plan sobre la Erosión de la Base Imponible y Traslado de Beneficios (Base Erosion and Profit Shifting o BEPS, por sus siglas en inglés), parecía que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tenía bajo control la creciente ola de tecnología en la economía, ya que dicho plan contenía la Acción 1 “Addressing the Tax Challenges of the Digital Economy”; en ese entonces, la expansión de la economía digital planteaba desafíos para la tributación internacional. Se señalaba en esas instancias que, debido a que la economía digital (a través de plataformas) se estaba convirtiendo cada vez más en la economía misma, no sería factible aislarla del resto de la economía para efectos fiscales. Cabe señalar que dicho informe se preparó antes de que viniera la pandemia a introducir durante algunos años, y definitivamente, las plataformas como el único medio para mantener estable la economía, lo cual representó retos económicos y operativos para los contribuyentes. Para efectos mexicanos, fue en el año 2020 cuando se adoptaron una serie de recomendaciones de la OCDE en la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR), entre ellas: no deducción de pagos de los Regímenes Fiscales Preferentes (REFIPRES), establecimiento permanente y plataformas digítales. Es de destacar que dicha reforma representó un desafío para los residentes en el extranjero, puesto que si bien el modelo adoptado no fue nuevo, la implementación en el país y en pandemia lo hizo complicado.

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