Condominios de uso comercial Personas morales no contribuyentes

Actualmente en nuestro país es muy común observar que dentro de los edificios de oficinas, condominios y conjuntos residenciales, tanto para uso comercial como para uso habitacional, no existe una adecuada administración o en su caso es inexistente. La mayoría de las veces son los propios condóminos los que se ofrecen para llevar a cabo esta tarea, desconociendo totalmente las funciones a realizar y la responsabilidad que conlleva, lo cual también se puede prestar a manejos indebidos de las cuotas y finanzas no transparentes. Es común observar que la persona física que administra un condominio, casi siempre es un condómino que recibe todos los depósitos por conceptos de cuotas de mantenimiento de los demás condóminos en su cuenta bancaria personal, cuestión que puede desencadenar problemas no solo legales, fiscales o en materia laboral al aceptar que le depositen ingresos ajenos a su actividad propia en su cuenta personal o al aceptar pagar los sueldos, por ejemplo, del conserje o portero de su cuenta de cheques ya que en caso de una demanda en materia laboral esta persona sería el patrón, recayendo indebidamente toda la responsabilidad sobre él o ella. Esto, aunado a los conflictos de convivencia entre los propios condóminos que pueden mermar cada vez más las relaciones cotidianas, de civilidad y armonía entre ellos mismos, provocando desavenencias y problemas al no ponerse de acuerdo hasta en decisiones menores del edificio. Todos estos problemas se evitarían si tan solo se constituyera el condominio bajo el Régimen de Propiedad en Condominio, figura regulada bajo la Ley de Propiedad en Condominio de Inmuebles para el Distrito Federal, publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 27 de enero de 2011 al auspicio de la Procuraduría Social. Dicha ley busca mejorar la convivencia entre los condóminos y adecuarse a los tiempos actuales.

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