Logros y desafíos del sistema de pensiones en México a 21 años de su creación

El pasado 1 de julio de 2018, el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) cumplió 21 años de operación. En este tiempo el SAR ha tenido mejoras. Si bien ha mostrado resultados favorables para los trabajadores inscritos en alguna de las diez Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORE)1 existentes; aún presenta varios desafíos, ya que lo hecho hasta hoy no será suficiente en un futuro no muy lejano. Es importante recordar que el primero de julio de 1997 entró en vigor una reforma a la Ley del Seguro Social (LSS), con la que se modificó el funcionamiento del esquema de pensiones y se cambió el sistema de beneficio definido (BD) –en el que los trabajadores en activo contribuían para la pensión de los trabajadores retirados– al de contribución definida (CD). Una de las razones que forzó a realizar las modificaciones al sistema de pensiones fue que México experimentó un cambio profundo en su demografía, con un aumento en la esperanza de vida, aunado a una menor tasa de fertilidad que aceleró drásticamente el proceso de envejecimiento poblacional para las próximas décadas. Con el giro de la pirámide poblacional el número de adultos mayores se acrecentó, lo que puso en riesgo el pago de las pensiones futuras, es decir, el modelo de pensiones ya no fue sostenible. Se implementó entonces el sistema de contribución definida –basado en un esquema de capitalización (ahorro) individual–, con el que ahora los trabajadores tienen una cuenta a su nombre en alguna de las AFORE. En esa cuenta, además, se puede ahorrar de manera voluntaria y adicional a las aportaciones obligatorias, para incrementar el monto futuro de pensión.

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